En la ciudad se respira otro aire, la gente vuelve descongestionada, más ligera y risueña. La rutina irrumpe de nuevo en nuestras vidas después de unas merecidas vacaciones. Como si del día de año nuevo se tratara los deseos, propósitos y promesas vuelven a aparecer para desvanecerse al cabo de unos días.
La vuelta a la rutina hace que el mundo se pare, se tranquilice y poco a poco recupere su ritmo frenético.
Los primeros días son bonitos y alegres, los recuerdos aún recientes de las vacaciones vuelven a la mente de cada uno haciendo que todo sea más fácil. Todo el mundo explica lo que ha hecho, donde ha estado y lo bien que se lo ha pasado.
Y como casi siempre en Septiembre hay nuevos proyectos, proyectos que inquietan, que vuelven hacerte sentir como un niño la noche antes de la vuelta al cole, con los nervios a flor de piel pero con muchas ganas de estrenar esos libros que no sabes que te enseñaran.
Hagamos que la "vuelta al cole" no sea un calvario, son muchos meses de obligaciones, deberes y sacrificio, pero al final del curso uno obtiene resultados. Y la única manera de obtener buenos resultados es despertarse cada mañana con una sonrisa y con ganas de comerse el mundo, con la misma alegría y energía como cuando uno se despierta un día soleado de verano.
Feliz vuelta a la rutina!!!
Nerea.
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