martes, 20 de marzo de 2012

El segundo.

La intención de mi primer cuadro era guardarlo en mi casa, como si de un diamante en bruto se tratara. Pero surgió un problema, se lo enseñé a mi abuela.

Para quién es el cuadro? - preguntó.
Para nadie. - y mi abuela me miró, como diría ella, con carita de cordero "degollao". - ¿Lo quieres para ti, yaya?
Claro! Ya sé hasta donde lo voy a poner!

Y así, con esa destreza que caracteriza a mi yaya, y sin poder replicar ni decirle nada más, se lo adjudicó ella. No se lo podía haber dado a ninguna otra persona en el mundo, tantos años sin pintar y me quedaba sin mi primer trabajo, pero la felicidad y el orgullo de mi abuela era más importante que mi pérdida.

Mi segundo cuadro lo empecé sabiendo que iba a ser para mi, así que tenía que buscar una buena imagen. Encontré, navegando por Internet, un cuadro de una pareja caminando bajo la lluvia y aunque al principio el contraste de colores me parecía imposible, con horas y paciencia el resultado fue bueno.


 











Pintar las hojas y el cielo fue divertido y bastante sencillo, pero hacer el suelo de colores fue todo un reto. No sabía ni por donde empezar, iba poniendo colores, se mezclaban y no conseguía darle el aspecto de suelo mojado que debía tener.
Me pareció increíble cuando pinté a los personajes como sólo con las sombras blancas podía darle la humedad al suelo y que pareciera sin haber dibujado ni una sola gota que estaba lloviendo.

















Foto hecha con el movil, en cuanto pueda os pongo una en condiciones.



"Un camino, una dirección, avanzar bajo la lluvia sin mirar atrás, sin saber que lo que viene será mejor, pero con la certeza de que habrá alguien a tu lado que te ayude a seguir adelante."

Nerea.


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