jueves, 8 de marzo de 2012

Pasteles y otros dulces.

- Avui farás un "pastel"!!
- Un pastel??? Però si això es clase de dibuix!!!
- Però no un "pastel" per menjar, dibuixarás amb colors pastels, ja veurás com t'agrada!


No recuerdo muy bien si tendría 6 o 7 años, mi madre me llevaba junto a mis primas a unas clases de pintura en la calle paralela de mi casa en Badalona. Me gustaba salir del cole i saber que me esperaba una tarde entre esas grandes mesas de madera llenas de lápices de colores y todo tipo de pinceles. Con nuestras batas a rayas rosas nos convertíamos por un breve transcurso de tiempo en princesitas que jugaban a ver quién hacía el mejor dibujo!


Aquel día era diferente, ibamos a pintar con pasteles!!! Aquella idea al principio me pareció alucinante, mi imaginación no llegaba a alcanzar como podía pintarse con semejante cosa!!

Pero al enseñarme una caja llena de una especie de tizas de colores mi ilusión se estampó contra el suelo... aquello no tenían nada de especial!


La profesora nos explicó como se utilizaban, había que hacer el dibujo primero en lápiz y pintar con los pasteles. Yo la miraba y pensaba, es igual que los plastidecors, rotuladores, lápices de colores...
Y entonces, derepente, cambió todo. La "profe" dejó a un lado los pasteles, el dibujo era un cúmulo de polvo de diferentes colores que había ido repartiendo por todo el papel que hacía casi irreconocible el dibujo que había debajo. Entonces se miró las manos, comprovando si estaban limpias o no, y con las yemas de los dedos empezó a difuminar todos los colores que había repartido por el papel. Pintaba más o menos fuerte según la intensidad que le quisiera dar a los colores y luego lo areglaba todo con los dedos. Le daba forma, volumen y podía mezclar unos colores con los otros de la manera que más le conveniera.

Dibujos pasteles del año 1993/94


Me puse manos a la obra (nunca mejor dicho) y cuando me dí cuenta tenía cada yema de un color diferente, mis manos eran un arco iris, cualquier cosa que tocaba cambiaba de color. Mis dedos eran los colores y el simple hecho de cambiar del dedo índice al corazón hacía que pasara del rojo al verde.

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Y creo que en ese momento aprendí que no todo es lo que parece,
no hay que dejarse engañar por las apariencias, ya que siempre hay algo por muy simple que sea que te puede acabar sorprendiendo...

Nerea.

2 comentarios:

  1. olee, oleee y oleeee!! Cada día te superas, Nere! Los dibujos, una monada, y la reflexión final, me encanta!! Me declaro fan tuya en la faceta de pintar y escribir, de las otras ya hace tiempo que lo soy indiscutiblemente :)

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  2. sin palabras que bonita eres mi niña :)

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